Costes empresariales que no tardan en acumularse
Los empresarios siempre buscan formas de aumentar su tesorería. Aunque el aumento de los ingresos por ventas es la forma más popular de aumentar el flujo de caja, el recorte de costes es también una forma muy eficaz de aumentar los beneficios.
Si dirige un negocio o gestiona la tesorería de una empresa, debe ser consciente de los costes empresariales que pronto se acumulan. Estas son las principales áreas en las que debería concentrarse cuando busque reducir costes y mejorar su cuenta de resultados. El examen de estas áreas de su negocio debería darle una idea de cómo mejorar la rentabilidad de su empresa.
1. Deuda
Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan las empresas de las principales economías, como Australia y Estados Unidos, son los elevados intereses que se pagan por las deudas, tanto las no garantizadas como las garantizadas. Si quiere reducir sus gastos, lo primero que debe mirar es la deuda.
Comprueba el tipo de deuda que tienes y el porcentaje de tus ingresos que se destina al servicio de la deuda. Una de las formas de abordar este problema es comprobar el tipo de interés que estás pagando. Si está obteniendo un préstamo a un tipo de interés superior a las condiciones del mercado, debe renegociarlo y disminuir el interés real.
Si tiene problemas de liquidez, puede optar por la reestructuración de la deuda. La reestructuración de la deuda es un proceso que permite a las empresas que se enfrentan a dificultades financieras renegociar su deuda para mejorar la liquidez y continuar con las operaciones normales. Hay empresas que pueden ayudarle a reestructurar su deuda y reducir sus gastos de intereses. Estas empresas suelen cobrar una pequeña cuota por sus servicios, pero muchas empresas consideran que merece la pena estudiarlo.
2. Gastos generales
Hay muchos empresarios que acaban teniendo gastos generales que ya no necesitan. Los gastos generales son los que se producen para la producción en general y no están relacionados con ninguna orden de trabajo en particular. Por ejemplo, la impresora que utiliza en su oficina puede no estar asociada a ningún trabajo o pedido en particular.
Todos los gastos en los que se incurre en el funcionamiento de la oficina son gastos generales, y hay muchos que no se pueden renegociar, pero los costes de cosas como la impresión, incluido el coste de los cartuchos de la impresora y el papel, son gastos generales en los que es posible encontrar una mejor oferta. Para reducir los gastos generales, hay que revisar el presupuesto con regularidad y asegurarse de que todos los gastos siguen siendo necesarios y de que se está consiguiendo la mejor oferta.
3. Gastos fijos
Si examina el balance de la mayoría de las empresas, comprobará que sus beneficios se ven afectados por los elevados costes fijos. Para reducir estos costes, debes dirigirte a tu proveedor de servicios y renegociar los precios.
Puede empezar por construir sus relaciones con el proveedor y se sorprenderá de cuántos vendedores están dispuestos a renegociar con usted para mantener su negocio. Si el vendedor no cede, puedes plantearte cambiar de empresa. Algunos de los acuerdos que puedes renegociar son el alquiler de inmuebles y el arrendamiento de maquinaria, entre otros.
4. Compras informáticas
La compra de software a precios de venta al público aumentará los costes. Por ejemplo, si tiene previsto utilizar un determinado software durante varios años, no siempre tiene sentido pagar una suscripción mensual por él. En su lugar, comprueba si puedes pagar una cuota única por la licencia.
Si tiene la intención de que su negocio crezca, puede optar por una solución escalable, quizás basada en la nube, que pueda crecer con su negocio, y en la que sólo pagará por lo que utilice cuando lo utilice.
Conocer los costes que pueden acumularse en su empresa le permitirá ver las posibilidades de recortarlos en la medida de lo posible, lo que le permitirá mantener el control de sus gastos empresariales.