Comprar una furgoneta usada para su negocio: Aspectos a tener en cuenta
Hay muchas buenas razones para comprar una furgoneta de segunda mano en lugar de una nueva para tu negocio, pero tienes que ser un comprador cuidadoso. Las furgonetas suelen ser caballos de batalla resistentes que pueden soportar mucho castigo, pero también pueden sufrir una cantidad considerable de abusos, por lo que debes asegurarte de que tu furgoneta usada no haya sido ya utilizada.
Es importante recordar que su furgoneta será una importante inversión empresarial. Te transportará a ti, a tu equipo y a tus clientes, así que lo último que quieres es una furgoneta poco fiable que te decepcione y dañe tu reputación. Tampoco quiere una furgoneta que parezca que se está cayendo a pedazos, ya que es poco probable que cause una buena impresión. Por supuesto, necesitas ahorrar dinero, pero no comprometas tus prioridades en el proceso. Decida su presupuesto y ajústese a él.
¿Qué hay que tener en cuenta al comprar una furgoneta de segunda mano?
Lo primero que debes decidir es el tamaño y el tipo de furgoneta que necesitas. Esto dependerá de la naturaleza de tu negocio. Por ejemplo, las furgonetas derivadas de un coche son muy fáciles de conducir y una gran opción para un pequeño negocio de reparto, por ejemplo una floristería o entregas de comida rápida. Las camionetas son una buena opción para transportar equipos pesados y, para cargas útiles más grandes, una furgoneta como la Ford Transit es una opción ideal. No elijas una furgoneta demasiado pequeña para tus necesidades futuras ni compres una más grande de lo que vayas a necesitar.
Cuando veas una furgoneta que crees que se ajusta a lo que buscas, es importante que hagas las preguntas adecuadas. Averigüe para qué se ha utilizado la furgoneta. Comprueba si hay daños u óxido tanto en el interior como en el exterior, incluidos los elementos eléctricos como las ventanas y el aire acondicionado.
Hoy en día, el registro de furgonetas es relativamente infrecuente (el registro significa ajustar el cuentakilómetros para que parezca que la furgoneta ha recorrido menos kilómetros de los que realmente tiene), pero ocurre. Comprueba los certificados de ITV para ver si el kilometraje registrado es realista y asegúrate de que el estado de la furgoneta coincide con el kilometraje declarado. Comprueba la profundidad del dibujo de los neumáticos y los posibles daños.
Si todo parece estar en orden, haz una prueba de conducción, pero asegúrate de que el seguro de la furgoneta está en vigor antes de hacerlo. Comprueba los frenos, la suavidad de las marchas, cómo se aleja, si hay vibraciones, si sale humo negro del tubo de escape al cambiar de marcha, la suavidad con la que se desplaza sobre los defectos del firme, la dirección, la facilidad para cambiar de marcha, etc.
Comprueba la documentación, incluido el permiso de circulación, y asegúrate de que el VIN (número de identificación del vehículo) está correctamente indicado. Puedes utilizar una comprobación online del historial para asegurarte de que la furgoneta no está sujeta a acuerdos de financiación, como la compra a plazos, y de que no ha sido dada de baja por una compañía de seguros. También puedes obtener información útil de la DVLA, como por ejemplo si está gravada, tiene la ITV, su primera matriculación, el color original, el tamaño del motor, las emisiones de CO2 y el tipo impositivo.